lunes, 20 de diciembre de 2010

Final de sociología colgado desde dos mil siete

---En sí misma, abstracción hecha de todo poder exterior que la regule, nuestra sensibilidad es un abismo sin fondo que nada puede colmar.
---Pero entonces, si nada viene a contenerla desde fuera, no puede ser para sí misma más que una fuente de tormentos, pues los deseos ilimitados son insaciables por definición, y no sin razón se considera la insaciabilidad como un signo de morbosidad.
Emilio Durkheim, El suicidio